miércoles, 20 de febrero de 2013

DE ARAÑAS Y BICHITOS







  In illo tempore, en el cual, cuando en la familia y entre los amigo había que celebrar cualquier cosa digna de tal, para celebrarlo se recurría al degüelle de una botella de un litro de “La casera”. Bebida espiritual donde las haya, por aquello del gas.

 En aquel tiempo, en este país, que ya desde tiempos de Indibil y Mandonio se levantaban voces contra los de siempre: esos dirigentes que siempre nos han sodomizado.

 Decía que en aquel tiempo, tiempo feliz pero sin llegar al siglo de oro, el noventa por ciento de los súbditos de este país, o más, de ese porcentaje, habíamos pasado de la nada a la miseria mas absoluta (perdón señor Groucho Marx), por eso las celebraciones eran como eran. Como decía mi amigo Silverio, comíamos jamón cocido, jamón crudo y jamón sin cocer y de postre tocino castellano. Y que no faltase “La casera” y “O viño do repiso”.

 Por aquel tiempo tuvimos en casa un evento de gran magnitud. Se casaba uno de los hermanos.

 Como ya todos sabéis o habéis adivinado, nosotros somo marineros de alta montaña, por eso el pescado, de aquella, mas conocido eran las sardinas por todos los Santos, y sobre todo aquellas que decía un amigo, las que se comían en casa del cura y que con el aroma que trascendía los muros de la casa, algunos merendanban con un buen mendrugo de pan y el aroma.

 Bien, para la boda, nos arreglamos para llevar desde Vigo algo de marisco, cosa no demasiado conocida en la alta montaña.

 Cuando nuestra madre vió aquellas “cosas”, dijo textualmente que los centollos eran unos arañones y que seria un asco comerlos, lo mismo dijo de las almejas. Al final las probó después de saber que ella no las iba a comer crudas, sinó a la marinera.

 Hemos dado un salto, ahora, hacía atrás, pués económicamente casi estamos peor que de aquella, y no solo eso es el problema, sinó que hemos degradado tanto la Naturaleza que ya no hay “arañones” ni bichitos, por lo menos que no sean de cultivo.

 Ya no estamos casi en el siglo de oro, sinó un poco por debajo del de plomo.

 Pasado un tiempo, nuestra señora madre preguntó ¿Xa non quedan bichiños?.


3 comentarios:

  1. jajaja, non hai tantos e encima super caros! E logo,axiña lle pillou sustancia ao marisco non?
    Cómo me ghusta lerte amigo Xabres!
    Bicos.

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  2. Gracias Ohma, eres unha amiga.
    Efectivamente os bichiños agora,son caros ainda que xa o foron mais. Non é para fastidiar, mais vai pouco tempo paguei por un centolo a razón de 13 €/K. e nesta semana pasada percebes a 16, non eran do Roncudo pero estaban caralludos.
    Unha aperta.

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  3. ¡Marineros de alta montaña! Me gusta.
    Y ya me apuntaba yo a unos arañones de esos, ya.

    Abrazos, Xabres

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