miércoles, 30 de enero de 2013

SIEMPRE PRESUNTAMENTE (Por si es el caso)





 PRESUNTAMENTE

 Últimamente estamos escuchando, leyendo y visionando todos los día casos de corrupción.
 Muchos de estos casos están en la orbita de los partidos políticos, por lo menos eso es lo que se desprende de las informaciones publicadas.
 Se habla, se dice, que la financiación de estos partidos es opaca, que recurren a cosas algo obscuras, por lo menos contablemente, para proveerse de los dineros necesarios para su funcionamiento y al parecer, PRESUNTAMENTE, para algo más, tanto algo más que se habla de sobres con dinero y, repito, PRESUNTAMENTE,  dineros que no pasan por los tamices de la Hacienda Estatal, igual que los que nos obligan al resto de los españolitos.
 Todos estáis informados de esas cosas puntualmente, queridos lectores, por los medios de comunicación.
 Hoy he escuchado al líder de un partido, pedir consenso al resto de los partidos para llegar a un acuerdo para legislar la lucha contra la corrupción.
 ¡Joder!. Hágalo usted en su partido y luego exija a los demás. Estos también hablan con la boca pequeña, no sé si por que están afónicos o por que no quieren que se les oiga.
 Cuando los políticos hablan de estas cosas, siempre las ponen en el tejado de los otros, y si dentro de su partido se habla de casos demostrados con nombres y apellidos de responsables en algún momento dentro de algun partido. Entonces todos los político salen diciendo que ellos no sabían nada, que no les consta, etc., etc., diciendo también que no se puede juzgar todos por igual. Vale.
 Cuando se les menciona la desafección hacia ellos de la sociedad (Yo creo que esa desafección debería ser mayor) dicen que no se debe ser injusto aborreciéndoles a todos por igual. Vale.
 Yo no sé si hay que tratarlos a todos por igual. Sé perfectamente lo que yo, YO, pienso, deseo y quiero.
 Pienso que a mi no me representan. Quiero que se vayan a sus casas a trabajar. Quiero que no piensen ellos, que no somos borregos,  y, que no pueden hacer lo que les venga en gana.
 Para mi, son todos responsables. No me sirve ninguno. No me sirven los corruptos por serlo. No me sirven los que saben que los son, pero callan. No me  sirven los restantes porque no hacen nada para evitarlo, mirando para otro lado.
 SEÑORES POLITICOS, USTEDES SON SERVIDORES PUBLICOS POR DEFINICIÓN. No es el pueblo el que está a su servicio; ES AL REVÉS.
 A la política hay que ir con ánimo de servir, no con ánimo de servirse. El verbo es el mismo pero el significado no.
 A la política nadie obliga a ir, lo digo por esos que dicen que se sacrifican. ¡Quédense en casa y no hagan sacrificios!.
 Señores políticos, ya tengo mis años. He conocido de todo, siempre he pensado que este país debe ser uno de los más ricos del mundo, pués durante casi toda mi vida, siempre he escuchado la misma cantinela. Hay corruptos, fortunas rápidas, y cada cierto tiempo aparecen unas CRISIS, que lo único que nos traen de bueno es que aprendemos a hacerle “bujeros” a los cinturones, pués ustedes parece que lo único que saben es decir que hay que apretárselo, soluciones CERO.
 Vamos a ver si somos capaces de echarlos, y de hacer una verdadera separación de poderes, pués al parecer hemos llegado al punto en el que, cuando llegan al poder quieren legislar, gobernar, y si la cosa no pinta, relegislar decretando, y si hace falta amenazar.
 Por mi parte tienen ustedes un mandato: SAQUEN-NOS DE ESTA CRISIS, SI ES QUE SABEN COMO HACERLO, Y SI NO LO SABEN, VAYANSE A SU CASA, PERO NO DEN EL COÑAZO.

martes, 29 de enero de 2013

O NIU DOS CORVOS








Hai, no cimo das leiras das Lameiras, esas leiras que corren na parte de arriba do couto, paralelas o Tuela, cando este xa está a piques de  chegar o castro da Cigadonha, castro feiticeiro onde os haxa, hai no cimo das leiras decia, unhas fragas que os vellos chamaban as Fragas do Corvo, e que nos deberiamos de seguir chamando de cando en vez, igual para que non se le esqueza o nome e os que veñan detrás tamén disfruten daqueles nomes.
 Naqueles tempos, naquelas fragas adoitaban criar os corvos. Naqueles tempos naquela zona tamén se adoitaba non comer apenas xixa que non fose de porco, polo tanto toda clase de carne que non fora de “roncatudo” era bastante apreciada pola xente que podia agarrala e polo tanto comela.
 Un corvo era unha presa con suficiente entidade como para dar de comer a unha familia durante un par de dias. Era por eso que todos os que daquela estaban “empollinando”, buscaban a maneira de coller un par daquelas crias de corvo coas que podian agasallar a pais e irmans, e o mellor algún veciño.
 As Fragas do Corvo son unha especie de cellas, no medio da ladeira das Mendreiras, debaixo da caleira, xa case na raia con Portugal.
 Os nius dos corvos víanse desde abaixo, mais xusto desde ahí é onde se vé que por esa parte non hai maneira de chegar éles.
 Xa decian os mais vellos que a maneira de chegar os paxaros novos era baixando desde a parte darriba, descolgandose cunha corda. Tamén decian que habia que esperar a que os corvos vellos non estiveran por alí, pous sé se daban conta de que querian roubarle os fillos, cabreabanse e atacaban directamente ós ollos dos ladrois de paxaros.
 Chegou o tempo no que as crias de corvo xa empezaban a deixar o plumón, alguén dixera que os paxaros xa eran grandes, daban para facer un bon arroz, decian.
 As necesidades da casa eran grandes, pous non se comia todolos días o suficiente, e inda por enriba cada pouco tempo desde “os de arriba”,  deixaban as cartillas do racionamento sin validez durante unha semana ou dúas. Deciase que era para vendelo eles no estraperlo. Algunha fortuna parece que partia daquelo. Non se podia decir nada, pous por menos do que vale unha brizna, a calquera le daban un paseo pola estrada camiño da via do tren. Decir que era un ·roxo” era bastante para mandalo de paseo.
 Enganchou e corda nun penedo o suficientemente grande para que aguantara o seu peso, deslizouse hasta a parte das Fragas onde estaban os paxaros.
 Cando se acercou espantouse diante del un dos corvos vellos, dando uns berros que arrepiaban.
 Baixou onde o niu e colleo os dou paxaros que alí habia. Estes berreron tamén, cun arrepiante chirrido que fixo que o corvo grande se precipitara en picado sobre o ladrón de paxaros. Colleo medo e volveu deixalos no seu sitio. Entonces o corvo vello separouse a unha pesca das fragas espereitando o intruso, mais sen atacarle.
 Volveu coller as crias, que volveron a soltar os arrepiantes chirridos que puxeron de novo en movemento o vello, que esta vez atacou coas garras por diante sacandole unha tira de coiro dun brazo o ladrón. Sangraba como un porco. Asustouse e volve a deixar as crias no seu lugar, que caleron.
 Pensou que se seguia, o corvo era capaz de arrancarle os ollos, era mellor deixalo, a fin de contas os paxaros solo darian comida un dia ou pouco mais. Non merecia a pena matalos, en definitiva eran duas vidas que él non debia liquidar. Marchariase.
 Tiña que deslizarse hasta a parte de abaixo, pous apiolar corda arriba era imposible.
 Resbaleronle as maus e caeu enriba dun xeixo grande de cabeza e rodou por enriba das torgueiras.
 Cando atoperon o seu corpo, xa medio podrido, este estaba vixiado e non deixaban acercarse a o mesmo a ningún animal carroñeiro,  unha parella de corvos, que solo con velos escorrentaban a calquera.
 Un deles era soberanamente fero.

jueves, 24 de enero de 2013

Cuidado con el Licor-café


 

 Pequeño despiste.



 Había llegado hasta el inicio de las escaleras que daban acceso a la vivienda.

 La nevada era grande. Debajo de la nieve había hielo, era fácil resbalar y dar con las posaderas en el duro granito de aquellos escalones, o algo peor, caerse y que la caída sobre el “pendello” hiciese un estrépito grande y denunciase su presencia allí.

 Ya eran mas de las tres de la noche y lo último que quería era que alguien le viera.

 Fue subiendo despacio. Agarrándose al pasamanos, todo con mucho sigilo. Metía la mano en el pantalón y no la encontraba

 Voy a hacer el ridículo mas espantoso, se decia.Siempre me queda el recurso de echarle la culpa al tiempo helado que tenemos.

 Llegó al zaguán, y la vió. Al fondo e iluminada por una lámpara de bombillas de bajo consumo, parecía quererle decir, ¡Aquí me tienes!.

 Tal como la veía, aquello era una verdadera insinuación. ¡Y él sin poder encontrar nada entre los pantalones, aunque juraría que no había mucho, la había tocado!

 Estaba allí, efectivamente con su reluciente embocadura, como insinuándose, casi al primero que llegue. Se le veia poco uso.

 Volvió a palparse todo, incluida la faltriquera, pero el resultado siempre era el mismo. Allí no había nada, y por lo visto ni se le esperaba.

 Volvió sobre sus pasos, aprovechando las pisadas  iniciales y volviéndolas del revés, deshaciendo lo andado y deshaciendo las pisadas. Nunca se sabría si eran hacia la casa o para fuera de la casa.


 Aquello era  una gran frustración para él. Toda la tarde-noche esperando aquella hora y se encontraba con que a la hora de la verdad todo le había fallado. Estaba ompletamente seguro de que tiempo atrás, y antes de la operación de renovación a la que la había sometido, por seguridad, de aumento de tamaño de aquella cosa que ahora no encontraba, prácticamente había desaparecida.

 Maldiciendo su mala suerte y pensando en como se lo diría a su mujer, volvió a la calle por la que había subido. Cuando en un rielar de la luna sobre el agua-nieve vió algo brillar.

 Se acercó y con el corazón dando trompicones en su pecho, por fin la encontró. Seguro que cuando se lo contase a su mujer las carcajadas se oirían dentro de la casa.

 La cogió con ternura y volviendo a la casa, por fín pudo introducir la llave en la nueva cerradura.

 ¡Menos mal que no la había perdido!. Cambiar la cerradura con su nueva llave le había costado una pastizarra.

lunes, 21 de enero de 2013

COUSAS DE CORUXAS, CORVOS E BRUXAS (II)

 .....continuacón...
 Foi gracias a agacharme a mirar as piaxes do xabarín, por si habia mais, ou algún raion desperdigado por ali, cuando puxen a atención nun pequeno arbusto que estaba debaixo das urces albariñas.
 Ó velo, e ver as baias que producia, de un color negro-azulado, cuando eu estaba habituado a velas de color negro-morado e mais pequenas que aquelas, deime conta de que debia de ser una arandeira. Para esplicar un pouco a miña confusión direi que as de color negro-morado, mais pequenas que as negro-azuladas que habia alí, xa as comera, e polo tanto vira, no  Rigueiro de Lagoas e un gran arandaleiro na parte norte do Pozo da Moura, xusto o lado do Castro das Muradellas.
 O atoparme con estes arandos, enpecei a fixarme no resto das herbas e arbores que me ia atopando, e direivos aiquí o que atopei no eido da flora das serras de Lubian Chaos Barxacoba e Porto. Noutro momento falaremos do resto da que hai por a Xeabra.
 Encotrei as seguintes herbvas e arbustos: Os estourotes ou dixitalis, a xanzá ou genciana, o afeto macho, o come merendas, a carpaza xabresa, a xesta negral, carqueixas que arraigan nas fragas, o piorno, o tomillo xabrés que nalgures tamén chaman santolina zamorana, valeriana, xesta de flor azul, chamada tamén genista lusitanica, berros nos cristalinos nacentes de auga, o mentrasto ou menta silvestre e de auga, e unha enorme gama de moras de silva. E un feixe mais de herbas que deixei de tomar nota por descoñece- mento e tamén por un pouco de galvana.
 Nesta parte das serras, xa empezan a escasear, a medida que se sube, or carballos. En realidade o que hai a media altura son carrascos que solo chegan o tamaño de rebolos.Hay bstantes acibros, que nun momento determinado case se dan por estinguidos, vi un teixo de escasa altura, bedulos bastantes, algunha faia que outra, nas bordas dos regueiros hai bastantes abelairas, guindeiras e zreixais silvestres ou marouviños, algún tilo  e alisos. Dos que xa era imposible atopar algún eran os negrillos ou olmos.
 Estaba xa decidido a tomar nota de todo cuanto bichexo atopera, mais fíxoseme moi tarde. Xa non tiña tempo de baixar a Chaos con luz diurna, polo que decidí buscar un lugar onde pernoctar despous de chamar polo móvil a familia decindo que me quedaba na serra.
 Nunha ocasión que estivera nunha das malladas de Lubían, vira unha choza, que aunque sin teito, podia arreglalo pondole enriba un colmo de xestas. Non seria un mal sitio para dormir unha noite. Co coitelo de monte que levaba, dediqueime a cortar xestas e piornos co fín xa descrito, e facer un camalecho medianamente decente onde deitar os doloridos ósos.
 Mentras cortaba o colmado, deixei un pequeno lume dentro da choza, co fin de que quentera un pouco o habitat, e tamén para  churruscar unhas liscas de xamón serrano mercado na aldea de Montesinho, no parque do mesmo nome, en Portugal.
 Unha vez acabado o traballo, metinme dentro do chozo a comer algo, pous levaba bastantes horas sen comer e xa lambreaba algo.
 Probei o viño da bota, que estaba moi bon e fresco e cando me dispuña a comer o xamón xa quentiño, entrou dentro da chabola unha fermosa muller que tiña na faciana como unha mirada de incredulidade, seguramente por verme alí a aquelas horas, cousa que tamén me pasaba a min con ela.
 Díxome que vira o fume que saia da chavola e que a curiosidade a levara a entrar. Según dixo, naquel paraxe non via xente desde facia moitos anos. Eu, un pouco asombrado polo que decia e deducindo que ela era unha habitual de por alí, pregunteille de onde era, se era de Barxacoba ou de Porto, pous eran as dúas aldeas mais proximas. Ela díxome que non. Que ela era da serra, pertencia a unha comunidade de mulleres que adoitaban buscar, naquela época, as herbas que habia naqueles rius, lombeiros  turbeiras e morrenas da glaciación que inda quedaban pola bisbarra.
 Eu non daba crédito a aquelo,  cuando ela, o darse conta, díxome que en realidade, ela era unha  Meiga que buscaba as herbas para facer meciñas, que despous puña a disposición dos habitantes das comarcas cercanas.
 Díxome que se queria, podia asistir, á noite seguinte a unha conferencia de Meigas que haberia na serra.
 Entonces eu pregunteille, se a bandada de coruxas que vira pola mañá, tiña algo que ver coa xuntanza. Ela dixo que non. Que unha cousa eran as Meigas e outra as bruxas que adoitaban a xuntarse todalas noites do estiu no Caneiro da Bruxas. Elas tiñan outro lugar de reunión. Se queria asistir, que estaba invitado, e que seria ela mesma a que viria a buscarme, en calquer lugar da serra, no
estivera .
 Dixenle que me encantaria, asistir, e quedou en que o dia seguinte me levaria o punto de xuntanza. Inviteina a comer algo, e agradeceumo, mais non quixo comer nada.
 Atrevinme a preguntar se as xuntanzas eran coñecidas por alguén, e dixo que non. Solo por elas e por algún invitado algunha vez.
 Dixo que no mundo das lendas e da literatura as súas xuntanzas eran coñecidas como Aquelarres. Mais que non tiñan nada que ver co que nelas se decía. Era unha das cousas que facía que me invitera, aunque seguro que o que eu dixera non seria crido por ninguén.  Despediuse de min e saiu da choza, cando me dei erguido para acompañala fora, xa non a albisquei por ningures. Foi como sé se volatilizase.
 Naquela noite, dormín como un anxo, soñei con bruxas, coruxas, e sapos. Na mañá cando saí do chabolo, no sabía se a visita de Meiga fora certa ou non.

 … continuará….

jueves, 17 de enero de 2013

COUSAS DE CORUXAS, CORVOS, E BRUXAS (I)





 Estábamos a mediados do mes de Sanxoan, nos inícios do estío, Eran días e tempos nos que as andainas polos montes, serras e curotes eran moi apetecibles e instrutivos, pois ademais de entreterse nunha contemplación dos paxaros, os anfibios e lepóridos igual que os cérvidos e demais fauna que adoita andar polas serras,  tamén  nestas datas se pode contemplar, e nalgún caso estudar, son as árbores, matogueiras de arbustos e eses vexetais pequeniños que serven de unha ou de outra maneira de alimento a todos os seres do Reino animal. Ë dicir as herbas, esas diminutas cousas que conforman o Reino Vexetal, que son o intermedio entre o Reino mineral e o Reino vexetal.
 Non é cousa de amentar aiquí o Reino Espiritual e o Reíno da Enerxía, pois podería este pobre relatador incorrer en desgracia se se le ocorrera dicir que os dous son a mesma cousa. ¡Válame deus, xa se me escapou!.
 Subira eu as estribación da Serra Segundeira, Desde o concello de Hermisende a facer unhas fotografías do nacente do riu Tuela. Hasta Lubián subi en coche, que quedou aparcado e encomendado a Nosa Señora das Neves, o lado da capela que hai na súa honra nos paraxes da Tuiza. (Teño entendido que esta virxe, amosouse a uns pastores ou vaqueiros, as crónicas non están certas, no medio do verán en medio de unha grande nevada. Cousas veredes e escoitaredes).
 A intención inicial era subir pola beira do Tuela arriba, hasta chegar o seu nacente. Levaba un mapa argallado polo meu cuñado Xusto, que coñece mellor aqueles pagos do que eu, deume instrucións valiosas que como se verá, foron de de unha inestimable axuda.
 Según o mapa que me proporcionou Xusto Lubián Lubián (por algo se fía un da xente que leva ese segundo nome, cando se trata de percorrer as paraxes desa mesma toponimia), despois de cruzar o couto de Chaos chamado As Maseiras, unha vez que alcanzara a paraxe chamada O Caneiro das Bruxas, teríao mais difícil para subir, cousa que debería facer con mais tento, indo de vagar, hasta chegar a ladeira da marxe esquerda do Tuela, onde me dixo que se atopaba a Pala dos Albardeiros.
 Tanto o Caneiro das Bruxas como a Pala dos Albardeiros, en realidade eran os lugares que eu quería esculcar,  para evitar no resto da familia o que a algúns les parecía unha aventura perigosa, dada a lenda escudeime en que queria facer unhas fotos. Tiña que evitar as Bruxas, e a Pala onde según dimes e diretes dentro atoparan ósos humans, que non dicían nada bo a favor da covacha.
 Ía preparado para aguantar na serra bastante tempo. Levaba provisión de víveres dabondo case para unha semana, unha boa bota de Viño con mezcla de Albariño e un reserva de Toro. (Non sabedes vos que viño sai de ese “coupage”. Mellor non lo digais a ninguén pous poden acabarnos coas existencias.), unhas latas de conserva xunto con chourizos feitos pola zona de “Los Valles”nun lugar que agora non recordo  o seu nome, pan, un termo de café e froitas.
 Cando estaba por enriba da serra de Chaos, onde os veciños deste lugar recollen augas para regar os seus eidos, e supoño, solo supoño, que para o seu abastecemento diario, xusto nunha matogueira de bedugos ou bedulos que de tódolos xeitos os escoitei nomear, cando estaba descansando, digo,  e tomando algo para repor as forzas, pasou por enriba de min unha bandada que endexamais vira. Era unha bandada de unas duascentas ou trescentas coruxas, todas brancas guiadas por un bufo grande.
 Baixaron voando sobre o Tuela hasta que as pedí de vista. Estaba eu pensado no insólito da cousa, pois endexamais vira tanta coruxa xunta, nin sabia da súa querenza de animais gregarios. Xa solo por aquelo merecía a pena ter subido hasta alí. De repente collín un bon cabreo comigo mesmo, pous no fora quen de coller a cámara e tentar inmortalizar aquelo nunha instantánea. Dicía miña avoa, con moita razón que “o galego, acorda ben, pero acorda tarde”. Esta cantinela ía sempre dedicada a min.
 Acabei o refrixerio e dispúxenme a iniciar a subida, cando por enriba de min, espantáronse tres enormes corvos, que tamén baixaban voando por enriba do riu, e sorprendinnos o erguerme, pous fixeron un pequeno xiro esquivándome, volvendo mais abaixo a súa liña de voo.
 Levaban a mesma dirección que as coruxas, inda que a súa altura de voo era bastante mais alta.
 Crucei o Tuela para a outra banda, saltando nuns penedos que nalgúns lugares escondían as augas do riu, e tamén algunhas boas trutas. O saltar a unha matagueira de unhas grandes xestas, mais ben parecían piornos, casi caio enriba de un porco montés enorme. Tiña unha navallas de mais de dez centímetros por enriba do fuciño, e miroume cuns ollos sanguinolentos que non presaxiaban nada bo. Cando botei man do coitelo de monte que levaba o porco xa desaparecera polo cavorco abaixo.

 …….cocntinuará….

domingo, 13 de enero de 2013

Documental "La Gran Estafa" | Sobre la teoría de las puertas giratorias



     

Desde hace tiempo pensaba hacer una entrada sobre la llamada "crisis",
No tengo la formación ni información sufucientes para hacer una cosa interesante, Solo seria mi opinión.
En la red me he encontrado este video de los amigos de DRY, que merece la pena visualizar.
Sé que es un poco largo  pero, repito. merece la pena invertir los 27 minutos que dura.
Sin información nunca podremos manejar bien nuestro futuro
¡ESPERO QUE OS SIRVA PARA UNA BUENA TOMA DE DECISIONES!

miércoles, 9 de enero de 2013

ENAMORAMIENTOS PLATÓNICOS




 Eran los tiempos obscuros de este país. Eran los inicios a la vida de un joven inexperto en todo. Inexperto en trabajo, inexperto en la vida en la gran ciudad, inexperto en compaginar trabajo y una formación a la que aspiraba, inexperto en las relaciones personales con las bonitas barcelonesas.
 Los dineros que los esplendidos empresarios barceloneses pagaban a final de mes, al principio daban para llegar al último día con un pequeño déficit. Es decir que lo que pagaban daba justo para pagar la patrona y comer, sin pasarse.
 Había que mejorar la cosa económica, por lo que diariamente consultaba La Vanguardia buscando un hueco entre todos los anuncio de trabajo. Se necesitaban mas “pelas” para subsistir y pagar las matriculas, para seguir la formación que uno consideraba que Daria acceso a una mejor remuneración y trabajo- ¡Siempre hay ilusos!
 Después del primer año, la cosa funcionaba un poco mejor, aunque no daba para residir en el Ritz, sí para residir en una pensión medianamente decente, aunque esta estuviese por la zona de Las Corts, muy cerquita de los dos campos de futbol del Barcelona, el viejo y el nuevo.
 El lugar de trabajo estaba en el Paseo de Gracia enfrente de la Pedrera, edificio diseñado por Gaudí, un genio de la arquitectura que al revés que los famosillos actuales nunca tuvo que emigrar de su país por culpa del exceso de dinero en su cuenta corriente. Cuando murió atropellado por un tranvía, los que le auxiliaron creían que era un indigente.
 Digresiones aparte, vamos a lo que íbamos: Para llegar al trabajo debía subir todos los días a un autobús, siempre a la misma hora, desde el barrio de Sants hasta el Paseo de Gracia.
 Todos los días a la misma hora también subía al autobús una “fermosa” moza. Siempre íbamos enfrente uno de la otra ,
 Yo tenía la costumbre de recostarme en una barra del autobús al final del mismo, y la moza “fermosa” se recostaba en la barra de enfrente donde empezaban los asientos. Nos mirábamos cuando pensábamos que el otro no nos veía. A veces nos cruzábamos las miradas que eran rápidamente desviadas de forma un tanto azarada por las dos partes.
 Esto sucedía todos los días, salvo domingos. Sí, si los sábados también, pués de aquella los sábados se trabajaba por la mañana. Para mucha gente era día de paga semanal.
 Desde el primer día de las `rimeras miradas furtivas ya habían pasado mas de un año.
 Una mañana sucedió algo que me tuvo pensativo medio día. Subí como siempre al autobús, me acomodé como siempre en el lugar de costumbre, la fermosa hizo lo mismo por su parte. Pero aquel día su comportamiento, fue extraño para mi manera de ver.
 La fermosa, de una manera muy seria, casi hierática, me miraba fijamente a la cara y a renglón seguido fijaba su vista en mis piés. Todo el trayecto fue así, su mirada iba de una parte de mi cuerpo al otro. A veces pensaba que se iba a dirigir a mí, pero eso nunca sucedió.
 Llegamos a nuestro punto de destino, cada uno se fue a su trabajo y yo con la “mosca detrás de la oreja”, sin saber el porqué de aquel comportamiento.
 Me enteré a madia mañana durante la jornada laboral. Algo se me cayó al suelo y al inclinarme a cogerlo, al lado de uno de mis zapatos, me dí cuenta de que llevaba un zapato de color rojo y otro negro.
 Las prisas de la mañana habían conseguido que a la hora de calzarme me pusiera un zapato mio y otro de mi hermano que dormía en la misma habitación.
 El enamoramiento de la fermosa y yo continuó durante otro año aproximadamente, a raiz del accidente de los zapatos, empezamos a decirnos adios, y buenos días.
 Esperábamos, por lo menos yo, que el otro tomase la iniciativa, pero nunca sucedió.
 Como decía al principio, estábamos cargados de inexperiencia, y lo que era peor éramos completamente bisoños.
 ¡Bendita inocencia.! ¡Mierda de timidez!


martes, 8 de enero de 2013

HOMES CON PODERES SOBRENATURAIS




 

 Eu rezava olhando para os lados. Aprendi a dominar o pavor, logo tudo melhorou.Vin saber, ja de adulto, que cuanto maior é o medo as “almas do outro mundo”, maior é o sofremento.
 Esta conversa levábase a cabo no fondo das leiras da Aligheira, alí onde esta o nascente da fonte do mesmo nome. Por certo; a fonte está xusto no medio da raia.
 Nos colléramos as meruxas, no nascente, que estabamos a comer acompañando a un par de gazapos cazados na tardiña.
 Fixérasenos tarde, e decidimos preparar algo de cea. Tocoulle ó rapaz mais novo, acompañar o señor Diogo hasta a Moimenta a mercar pan e algunha cousa mais de comer, así como unha boa garrafa de viño verde, dese bo viño que fan os portugueses para eles, non ese que venden ós turistas en garrafas de diseño.
 A conversa tiña lugar despous de acabar de cear, sentados arredor da vella lareira da casa da quinta, que unha vez estivera habitada. Alí viviran, despous dos monxes do Temple tan habituais pola xeografia portuguesa, dúas familias mais. As dúas mistas de portugués e galega, e a outra de Galego e portuguesa.
 Fora o señor Diogo o que fixera o comentário, co que se enceta a historia, que tento contarvos.
 O noso amigo señor Diogo, relatounos que na súa época de estudante na universidade de Coimbra, vivindo no que eles chamaban unha republica de estudantes, fora onde se dera conta de que tiña a capacidade de albiscar as almas dos mortas que vagaban polo astral, e que adoitaban facer broma cos credulos, e as veces cos incrédulos.
 Relatou o caso que acontecera unha vez na cida de Evora, perto das ruinas romanas, alí onde está o templo de Diana e xusto onde acaba o acueducto, ou mellor dito o que queda do mesmo.
 Diante do acueducto, estaba a parada do autobus, lixeiramente afastada da estrada, case nun descampado.
 Era de noite, unha noite desas do mes de Marzo, cunha lua enorme que de cando en vez escondiase detrás dunhas néboas pretas. As sombras da noite xa se ian alargando e facian, co paso das neboas, unha danza fantasmagórica que puña os pelos do corpo de punta.
 Esperando a chegada do bus, estaba unha fermosa moza dunha fermosura fora do normal.Era dun branco níveo, tanto da cor como do que parecia a frialdade.
 Pola parte do bosque apareceu un facineroso, cunha faca na mao, ameazando a moza e decindole que le entreguera todo o que levaba de valor; o reloxio, o telfono dixital, a carteira, os aneis.
 Como a rapaza non perdera o sorriso, e non le facia caso ningún, o maleante enfurecido achegose a ela e tentou porle a faca na gorxa. A moza soltando unha risotada díxole o ladrón:
 “Desgraciado. Mentras estiven viva naide tentou roubarme nin asaltarme, e agora que estou morta xa é a segunda vez que o tentades facer”.
  Dixo iso cunha voz de ultratumba arrepiante. O “mala facinora” colleo tal medo que, sen querer, encheo os pantalóns cunha enorme mexada. Votou a correr, e pensase que inda non parou.
 O acabar, o señor Diogo dixo: “Você ficaria feliz se, quando morresse e voltasse para uma visita à Terra, fosse considerado como assombração?”.
 Naquela noite, non foi so o rapaz o único que non pegou ollo.
 O que mellor dormiu foi o señor Diogo. ¡Xa estaba acostumado!

jueves, 3 de enero de 2013

VERBAS E DITOS DE VAL DOS MARCOS.


 Encetémos un ano. Imos ver como o acabamos.
 Hoxe acordeime de unhas palabras que nalgún día, case todos pronunciemos alá polo Val dos Marcos, cousa que me deu pé para facer unha entrada nova, con propósito de continuidade.É o propósito, facer unha entrada,cada-vez que me lembre de unha verba usada alí, sen dicir cual é, e logo ver se aqueles que leen as miñas chorradas acertan e din cual ou cuales son.
 Aqueles que acerten serán agasallados oportunamente cun xongo mollado e os que non acerten e respondan entregarémoslle un gogo seco.
 Nin o xongo, nin o gogo procederan daqueles xeixos relumbrois que hai no alto da Cachena.
 Nesta canteira da Cachena coido que era onde o "ti Laudio", pai dos meus amigos "Milio" e Santiago, collía os xeixos brancos, que atizandole cos restos de unha lima, era quen de acender a mecha coa que matiña acesa a cabicha no canto da boca.
 Había quen cos mesmos artiluxios era capaz de acender lume, como unha vez o tamén amigo meu "Loi", cando se quedou sen lume no monte e recorreu a esa maneira de conseguilo, iscando sobre unhas iscas das que producen algunhas urces. Creo que son as reáguedas.
 Por hoxe xa está ben. Se conseguimos que algunha das verbas non se esqueza, xa será un pequeno aporte a fala arraiana do Val do Tuela onde éste se esconde camiño de Vinhais.
 Que o 2013, polo menos non sexa moito peor que o finado 2012.
 Apertas fortes e aloumiños para todosss....todosss.