jueves, 24 de febrero de 2011

UNA DE LOBOS



 Estos días se está a hablar, a lo mejor demasiado, sobre el lobo ibérico y mas concretamente de la reserva de la Sierra de la Culebra.
 Como siempre, este animal tiene detractores y defensores, pero a veces me parece que entre los primeros, no hay demasiado rigor, y la verdad no se a que responde esa animadversión y manera de echarle la culpa de muchos desastres entre la cabaña ganadera.
 El lobo es una fiera que tiene que comer para sobrevivir, por lo que no entiendo esa demonización cuando lo único que hace es intentar subsistir.
 Cuando oigo o leo que un lobo ha matado tantas y cuantas cabezas de ganado, en una sola entrada al rebaño, a veces no entiendo muy bien, si quieren decir que fue el lobo o algún otro animal, que los hay, el que hizo el desaguisado.
 Entre los años cincuenta y sesenta, un servidor de ustedes, que vivía en la Alta Sanabria, conoció a varios pastores, convivió con ellos y les oía comentarios sobre el famoso cánido.
 En San Ciprian, concretamente, sin querer ser exacto, había por lo menos cuatro rebaños pertenecientes a cuatro familias y dos rebaños en los que iban las reses del resto del pueblo. Podemos calcular que había diariamente en el monte, cerca de dos mil reses, aparte de las vacas.
 Aquellas reses iban todos los días con sus pastores, los cuales iban acompañados por uno o dos mastines.
 De vez en cuando contaban que el lobo “les había salido”, unas veces pillaba carne otras no, pues aquellos perros los perseguían a muerte, y el pastor también colaboraba.
 Quiero decir que no había esas masacres de las que se dan noticias ahora. El lobo intentaba cazar, unas veces lo conseguía y otras no.
 Mutatis mutandi, lo que sucedía en el Valle del Tuela, también ocurría en el resto de lugares de las zonas de los alrededores, y tampoco había noticias de estas masacres que nos refieren ahora. ¿Qué ha pasado?.
 No es mi idea aclararlo aquí, ni podría aunque quisiera, solo se me ocurre intentar aplicar el sentido común.
 Este verano pasado, he estado en la Sierra de la Gamoneda, y había un buen rebaño de vacas, pastando en el nacimiento del río Baceiro. Pregunté de quien eran aquella vacas y me dijeron  que de un ganadero de fuera. Allí no había pastor alguno y tampoco perro. Si yo tuera lobo, acamparía allí hasta acabar con la despensa.
 Me imagino que con las ovejas y cabras pasará lo mismo. A mi amigo Telmo y a Xetoño, pocas veces le arrebata el lobo ganado. Van con él y tienen buenos perros.
 Aunque ahora que lo pienso, alguna vez le han faltado corderos, pero parece que fueron lobos de dos patas.
 Como conclusión diríamos que: 1º el lobo no es un animal doméstico y se busca la “pitanza”.
 2º La ovejas no hay que dejarlas solas. Si así hubiese sido seguro que ahora no habría ninguna. 3º, ya no es la primera vez que se habla de perros asilvestrados. Estos sí se dedican a matar mientras haya vida.
 Lo de matar lobos como si fuesen conejos me parece una verdadera aberración Si alguien cobra por esto que asuma los costes de lo otro.

4 comentarios:

  1. XABRES, yo no he visto ningun ataque de lobos y no se de que son capaces ¿ pero es posible que haya alguna manada de lobos que si pudieran causar esos daños al ganado?
    Yo conozco a uno de esos ganaderos afectados y no veo el motivo por el que mentir.
    Un abrazo.

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  2. Sanabria, supongo si es posible que exista alguna manada, también es lógico que ataquen y maten.Creo que matan y comen, no dejan.De todas formas, lo que pretendo decir es que ahora por algunas comarcas se ha relajado la vijilancia, y no siempre son los lobos. Seguramente no miente tu amigo, pero estaria bien saber si ha visto el ataque.
    Un abrazo.

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  3. Sí, es posible que haya casos en los que la vigilancia se haya relajado demasiado. Por aquí sí que se hablaba -yo no lo conocí- de manadas de cinco o seis lobos que te podían montar un buen estropicio.
    Yo me remito a lo que decía en Facebook: el lobo es un magnífico animal que hay que intentar conservar a toda costa. Matarlos porque sí es, para mí también, una aberración. Pero es un depredador que, en ocasiones, tiene que competir con el hombre y ahí es donde hay que trabajar. No vale disfrazar su esencia.
    Y en cuanto a la picaresca... pues seguro que la hay, claro. A veces parece que funciona el "Voy a engañar a éste porque seguro que éste viene a engañarme a mí".
    Abrazos, Xabres

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  4. Nada que añadir a tu comentário, pués estoy de acuerdo.
    Un amigo mio que fué pastor en época que habia muchos lobos, me decia que él solo habia tenido miedo una vez con un lobo escualido. Le cogió un "rixelo" y delante de él se puso a comerlo. El hambre debia ser tal que, al intentar quitarselo, el loo se enfrentó a él, enseñandole los incisivos, y ante tamaño dentamen, no le quedó mas remedio que dejarselo comer.
    Unha aperta

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