martes, 2 de marzo de 2010

¿QUIEN ES MAS EMIGRANTE?



Queridos y desocupados lectores, gracias a los cuales la SGAE, cada mes me envía este suculento cheque con más de doce cifras. También hay una coma, que no diré donde está puesta.
Hoy toca escribir en el idioma Castellano de Castilla, pués no en vano he estado hace unos días en la capital del reino, y todavía no me he sacudido el complejo.
Ahora vamos a escribir en serio, muy serio y con un punto de cabreo, decepción y poca esperanza con relación a la línea de sensatez de mis conciudadanos. Excluyo a todos aquellos cuya sensatez sea loada por sus convecinos y enemigos.
Bien, como decía, hace unos días he estado e Madrid, donde lo hemos pasado francamente bien, tanto Ángela como yo gracias a Heitor y Elisa, que nos han atendido de maravilla.
No era de esto de lo que quería escribir, sinó de aquello que me ha causado desasosiego y cabreo.
Debido a las andanzas por la capital, creo que de todos los españoles, he visto cosas que, por mucho que lo intente, no me encajan con lo que los políticos dicen. Unos más que otros.
Se está hablando en los medios de comunicación, tanto escritos como de audio y audiovisuales, de esta crisis, no seria tanta si los emigrantes fueran menos o ninguno, que si viven del cuento etc., etc..
En este viaje he constatado que por la capital, efectivamente hay muchos emigrantes, desgraciadamente para ellos lo llevan escrito en sus rostros que no son nativos de aquí. Pero no los he visto desocupados, sinó trabajando, y trabajando e sitios donde seguramente ningún españolito querría estar mientras le dure el paro, la baja, o el cuento correspondiente en ese momento.
Todos trabajaban, o bien en servicios de limpieza de grandes almacenes, grandes superficies, cafeterías y restaurantes.
Todos los que he visto, no llevaban la etiqueta de jefe de sección, o encargado. No sé si en algún lugar financiero los habrá, pero me temo que de haberlos, ostentarán el mismo cargo o cometido.
En un restaurante, pequeñito pero coqueto, hablando con la dueña, dijo textualmente que la crisis provenía de ellos.
En medios de más enjundia creo que también piensan lo mismo. No lo pensaban cuando esta gente era objeto de sus campañas de promoción del consumo.
Cuando salíamos del mencionado restaurante, vi. en la cocina una señora de color negro, que no era precisamente del Condado de Treviño. Y la camarera que nos atendió al cobrarnos le delató su forma de hablar, que no era precisamente de Salamanca.
Entonces le dije a mi interlocutor: ¿Está seguro de que todos los emigrantes que trabajan están dados de alta en la seguridad social? A lo que él me contestó. Casi podría poner la mano en el fuego a que no.
¡Coño!, ¿Porqué tanto ruido con los emigrantes, cuando los pobres estan cogido por las amígdalas y no rechistan, por miedo a no poder llevar unos € a su casa?
A raíz de todo esto, he pensado en mis abuelos, los que ya hace más de treinta años que ha muerto el último. Tres de ellos habían sido emigrantes en Sudamérica, y habían vuelto casi tan pobres como había ido, digo casi, pués lo que trajeron les dio para comprar cuatro tierras donde deslomarse y seguir casi como emigrantes pero en su tierra.
No le oí a ninguno hablar mal de los nativos de aquellas tierras. Tal vez porque ya había sido exterminados por los europeos.
Señores que tanto protestan contra la emigración, miren ustedes entre sus antepasados y casi seguro que encontraran más de un emigrante, si eran pobres, y algún expoliador si no lo eran.
En Vigo conozco varias personas emigrantes, que trabajan honradamente, y algunos tienen suerte pués han encontrado patronos que les dan todos sus derechos. Otros no. Todos los que han hablado conmigo, son nietos o hijos de españoles.
¿Qué carajo tenemos que echarles en cara?
A los que sean católicos, que se quejan bastante, les diría, que algún sitio de literatura sagrada para ellos he leído, que la tierra la puso Dios para los hombres.
Díganselo a las autoridades romanas y vaticanas, porque a lo peor se les ha olvidado.
¡He dicho!

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